Una bendición enorme y un privilegio el que me concedió el Señor al participar y llevar acabo la presentación de Jessyca Balam. Al mismo tiempo celebrar el cumpleaños de su hermana Julissa. Fue un momento tan emocionante, al igual que muy solemne. El presentar a nuestros Hijos al Señor es algo maravilloso, el entregar sus pequeñas vidas para que la bendición y el cuidado de Dios estén sobre ello. Al igual que la responsabilidad que como padres adquieren ante Dios, para velar por su educación, guia e instrucción en la Palabra y camino del Señor. Después del servicio, tuvimos un momento muy feliz. Los hermanos compartieron con la congregación unas piñatas y unos taquitos muy ricos.
"Dejen que los niños se acerquen a mi y no se los impidan..."
No hay comentarios:
Publicar un comentario